jueves, 27 de octubre de 2011

NANDE KUOM. Capítulo 5. El hombre misterioso - Sarah Degel

Suena el despertador, una vez más, Álex se levanta sobresaltado, se va al cuarto de baño y se mira en el espejo, las ojeras se han tornado de un color tirando a negruzco, tiene algo de barba debido a que lleva unos cuantos días sin afeitarse, sus labios son una línea recta que no parecen haber conocido nunca la sonrisa y su pelo luce más despeinado de lo normal, tiene que hacer algo.
Se dirige a la cocina y se prepara una taza de café, después se lava los dientes y se afeita, se ducha, se pone ropa limpia y se echa gomina en el pelo. Finalmente se mira de nuevo al espejo, aunque la imagen que le devuelve no es comparable con la de sus mejores días, al menos no parece un pordiosero loco.
Se pone su abrigo, coge la mochila y se va a la Universidad, va a la clase 102 y allí sentados en última fila están David y Paula.
-       Chico, tienes mejor pinta que estos días.
Álex se sienta con ellos, intentando volver a la vida normal que tenía hacía tan sólo unos pocos días. Transcurre la mañana lenta y aburrida, como siempre había sido costumbre.
-       ¿Os apetece que comamos en la cafetería?
-       Paulilla, de vez en cuando piensas y todo.
-       Cállate, David. ¿Qué te parece a ti? ¿te apuntas?
-       Eh, sí, claro.
Álex sólo tiene ganas de volver a su casa y tumbarse en la cama sin hacer nada, pero aún así se esfuerza porque todo vuelva a ser igual.
Se sienta aburrido en la mesa, mientras David se va a por los bocadillos y Paula hable sin parar, sabe que no es su costumbre, y menos hablar de cosas sin sentido, pero se da cuenta de que lo hace por él, la mira, está preocupada, cuando lo está, le sale una hermosa arruguita en la frente.
-       Álex, me tienes muy preocupada, no sé qué te pasa, no sé cómo actuar ni qué hacer, si al menos me dijeras algo…
-       Es que ni yo mismo lo sé Pau, es algo muy raro, que escapa a mi entendimiento.
-       Cuéntamelo, quizás pueda ayudarte.
Álex se para unos segundos a deliberar qué hacer al respecto, pero entonces llega David con la comida.
-       Joer tíos, aquí o te cuelas o te quedas sin comer.
-       Mira que eres.
Durante la comida, David habla sin parar, con algún que otro comentario de parte de Paula, quien no aparta la mirada de Álex que parece encontrarse en otro universo.
Cuando terminan, Álex se ofrece a recoger todo y tirarlo en una de las papeleras, al hacerlo, ve una imagen de un periódico, que descansa sobre la barra, que atrae su atención y se fija en el titular.
-       Hombre se suicida tras gritar: “Soy un pecador”.
De repente, todas las imágenes de la tarde pasada acuden a su cabeza, cierra los ojos y ahí lo ve, claro y nítido.
Cuando los abre, respira entrecortadamente, ¿cómo él ha podido hacer eso? Él lo ha matado, él le dijo que se suicidara y el otro lo hizo. Tira el periódico al suelo y empieza a pegar golpes en la barra atrayendo la atención de muchos de los que se encuentran en la cafetería.
Paula y David aparecen corriendo a su lado. David lleva su abrigo y su mochila y Paula lo agarra de un brazo.
-       Vamos Álex, vamos a dar una vuelta, que te dé el aire.
Los tres amigos caminan en silencio durante largo rato hasta llegar a casa de Álex, David se marcha y Paula se encarga de subirlo a su casa y meterlo en la cama, ve todos los periódicos desparramados en el suelo, que coge y se lleva al salón y comienza a estudiarlos, se da cuenta de que todos están abiertos y señalados en la misma noticia.
-       ¿Y si el hombre misterioso es él?
Paula se tumba en el sofá y se tapa con una manta, hasta que finalmente se queda dormida.

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